20.9.07

Las siete


Son las siete y voy a mi clase de inglés. Llevo unas galletas chocochips. Mini. Tienen un sabor raro, deliciosamente sospechoso, como a mentira. Estas no son chocochips, son una imitación, algo como una chinería resultado de un abstencionismo compulsivo hacia las calorías. Andrés las trajo el domingo como obsequio ofrendal de su primera visita al apartamento. Me ha gustado tenerlo en casa, aunque no me ha gustado tanto tanto no tener sillas. Pienso. Como hemos cambiado; más bien como una pregunta que como una afirmación retórica: ¿cómo hemos cambiado? y más bien como una metáfora que como un reclamo: como una mentira.


Me sorprendo criticando a la mujer del auto junto a mi. Llega la luz verde y yo aún como galletas. El de atrás toca histericamente el claxón de su camionetón, -qué esssstricto el abogado..- Como dice Andrés.

No hay comentarios: