Parece que todo siempre pasa,
y que todo pasa siempre por una suerte de distracción.
De distracción del destino, de la fortuna, de la consciencia.
Parece que todo ha ya sucedido y no;
es sólo una especie de ilusión, de magia de los sentidos,
de artificios de la razón.
Parece a veces que ya no te quiero;
Y si.
Es quizá una soledad austera
fabricada, en una locura del corazón.
Parece a veces que que estamos solos,
presentes de una ausencia divina;
y no.
Es un egoísmo humano, tansolo
inocente y jovial.
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